Lugares inusuales para dar el “sí, quiero”
Lugares inusuales para dar el “sí, quiero”
Luces, cámara, ¡acción! Vuestra boda es un conjunto de elementos que toman forma de manera única en un escenario que los hace brillar. Escoger este escenario es una de las partes más importantes de los preparativos, porque de él dependerá el estilo que adquiera vuestra celebración. Rústica, romántica, elegante… hay mil maneras de tematizar una boda, pero al final el espacio que os atrape será el que marcará todo lo demás. En el siguiente post, trataremos de iluminar vuestro camino con algunas propuestas de espacios inusuales para dar el esperado “sí, quiero”. Lugares a la altura del que será, sin duda, el mayor sí de vuestras vidas.
La organización de una boda parte siempre de un mismo punto: la elección del lugar donde dar el sí. El catálogo de propuestas es tan amplio actualmente, que necesitaréis semanas para recorrer aquellos espacios que más os llamen la atención antes de decantaros por el definitivo. Lo cierto es que al final, acabaréis por escoger aquel que más conecte con vuestra ilusión. Pero para ello, lo ideal es descubrir primero el estilo de escenario que casa mejor con vuestra personalidad y con el tipo de celebración que tenéis pensada.
Si buscáis una boda rústica, informal y os va el estilo campestre, las ceremonias en el campo son tendencia. La naturaleza es un escenario inusual para dar el “si, quiero” pero cada vez más demandado por las parejas. Aunque a primera vista pueda parecer el que más atrezo demanda para brillar, lo cierto es que hay rincones adentrados en el bosque que son pura magia. Bastarán algunos bancos de madera, una estructura adornada con flores y si el espacio os lo permite, varias guirnaldas de luz, para darle vida al espacio. El romántico sol del atardecer se encargará del resto…
Si vuestro estilo es más sofisticado, seguramente no querréis prescindir de detalles como un clásico Bentley o un Rolls-Royce haciendo entrada triunfal a la ceremonia. Para ello, deberéis decantaros por escenarios más clásicos para dar el “sí, quiero”, donde una catedral con majestuosa escalinata será siempre una gran opción. La solemnidad y elegancia que añade este espacio a la entrada de la novia, es algo difícilmente imitable. No obstante, dependerá siempre de si para vosotros es importante dar el matiz religioso a vuestra boda o no.
Como alternativa a la tradicional iglesia o catedral, la azotea de un hotel boutique en pleno centro de la ciudad es otro de los lugares inusuales para dar el “sí, quiero” que aporta elegancia y sofisticación al mismo tiempo. Esta opción es perfecta para bodas íntimas con pocos invitados; un espacio que, aunque no muy amplio, reúne detalles únicos: vistas inigualables de la ciudad y la magia de poder, prácticamente, tocar el cielo. De noche, el efecto de este tipo de bodas se multiplica por 10; estrellas, velas y un cuarteto de jazz en directo como telón de fondo. ¡Espectacular!
Un jardín es otro de los escenarios perfectos y a la vez versátiles para dar el “sí, quiero” que permite personalizar el evento al gusto de cada pareja. Dependiendo de si la boda es de día o de noche, podréis jugar con la decoración floral o lumínica para sacar a relucir el encanto del espacio. Tanto si es en una finca privada como en el mismo restaurante, este lugar suele ser práctico y moldeable sea cuál sea el estilo de vuestra boda. Y, además, ofrece la ventaja de no tener que desplazar demasiado a los invitados una vez finalizada la ceremonia. Algo que, seguro, os agradecerán.
Terminamos nuestra lista de propuestas con uno de los escenarios más románticos y solicitados para dar el “sí, quiero”: la playa. La arena en los pies y el mar como telón de fondo son el deseo de muchas parejas que buscan una boda fresca, distendida y con magia. Existen playas privadas adecuadas para ceremonias nupciales, que facilitan la logística y montaje del decorado, la oferta gastronómica posterior y delimitan el espacio para asegurar intimidad al evento. Si buscáis algo más personal, como una cala salvaje o un abrupto acantilado con vistas al océano, el montaje se complicará un poco más pero sin duda dejaréis a vuestros invitados sin palabras.
Bosque, catedral, azotea, playa, jardín… Si aún así, no termináis de sentiros identificados, siempre podéis atreveros a dar el “sí, quiero” en algún lugar todavía más alternativo e insólito. ¿Qué tal un monasterio, una boda en la nieve, un parque de atracciones de los 80 o incluso vuestro parque preferido en plena ciudad? Aunque la logística puede resultar algo más complicada, las opciones son infinitas así que, ¡dejad volar vuestra imaginación!
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